Luis Sepúlveda murió
a 79 años por Coronavirus en Oviedo donde estuvo hospitalizado desde el fin de febrero,
después de los primeros signos de la enfermedad en Portugal, juntos con su
mujer.
La literatura
internacional perdió uno los escritores más creativos, que tuvo una relación
muy intensa y agradecida con Italia, particularmente en Milán, donde siempre
fue recibido con calor por un público de lectores vario de grandes y niños
igualmente interesados a su historias que parecen fabulas pero esconden el lado
triste y sincero de la vida de los últimos y el recuerdo de su Chile, el de
Mapuches, de la resistencia y de los refugiados.
En ocasión de la
Feria Internacional anual “Bookcity” de 2016 Sepulveda, presentando su libro “El
fin de la historia”, describió el ánimo de la Embajada italiana en Santiago que
salvó la vida a más de 4.000 chilenos, dentro del palacio durante tres años y
en 2018 en el escenario estupendo del Castello Sforzesco habló de mundos fantásticos,
animales y la manera de contar la realidad a los niños con la voz de los
padres.
“Nos chilenos y los italianos tenemos muchas
cosas que compartir, porqué los italianos emigrantes en Chile siempre fueron
activos en vida cultural y política de mi país y vengo en Italia porqué me
siento cercano a vuestra espontaneidad y participación”, dijo Sepúlveda siempre en sus numerosas presencias en Italia.
Su última aparición
en Milán fue al Zacapa Noir Festival en octubre 2019 un evento gastronómico y
cultural, contracorriente y familiar (proprio come le gustaba al escritor
chileno), en que el habló líberamente de Chile, de poesía, de la fuerza de la
vida y de la defensa de la democracia.
Aquí el ultimo
recuerdo de su paso milanés.

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